En realidad, como personas, no somos
conscientes de la cantidad de Datos
Personales que cedemos diariamente.
Nuestra cuenta en el Banco, una compra
realizada con la tarjeta de crédito, el registro en
un hotel, navegar por internet, acudir al dentista,
graduarse la vista, etiquetar fotos en redes sociales,
etc. son acciones habituales que nos obligan a ceder
información sobre nosotros sin plantearnos que
podemos estar revelando información sobre nuestras
aficiones, aptitudes, habilidades, enfermedades,
bienes, residencia, ubicación, etc. y que pueden ser
usados para identificarnos, ofertarnos productos o
servicios, divulgar nuestros datos,… La información
personal nos pertenece y para protegernos la Ley
establece unas normas que las empresas y los
organismos deben cumplir para garantizar el correcto
uso de los datos personales.
Como personas, tenemos derecho a saber porqué
y cómo son usados nuestros datos y decidir sobre su
uso, qué información nuestra tiene una empresa o
entidad pública, modificarla o rectificarla y decidir si
queremos que la siga teniendo y para qué fines.
Como empresa, autónomos, instituciónes, etc.
debemos cumplir con la Ley de Protección de Datos,
adaptaptando nuestra organización a todas sus
medidas y obligaciones, con revisiones periódicas en
pro de su buen funcionamiento, con independencia
del sector al que nos dediquemos, el tamaño de
nuestra organización o los soportes que utilicemos
para nuestros sistemas de información.